Cuando alguien pregunta para qué sirve la filosofía, la respuesta debe ser agresiva, ya que la pregunta se tiene por irónica y mordaz. La filosofía no sirve ni al Estado ni a la Iglesia, que tienen otras preocupaciones. No sirve a ningún poder establecido. La filosofía sirve para entristecer. Una filosofía que no entristece o no contraría a nadie no es una filosofía. Sirve para detestar la estupidez, hace de ésta una cosa vergonzosa.

Gilles Deleuze,
Nietzsche y la filosofía

jueves, 18 de marzo de 2010

La filosofía como crítica racional de los prejuicios de la tradición -en busca de un mundo mejor.



Todos los hombres y mujeres son filósofos. Si no son conscientes de tener problemas filosóficos, en cualquier caso tienen prejuicios filosóficos. La mayoría de éstos son teorías que dan por supuestas: teorías que han absorbido de su entorno intelectual o de la tradición.

Dado que pocas de estas teorías se sostienen de forma consciente, son prejuicios en el sentido de que se sustentan sin examen crítico, aun cuando puedan tener una gran importancia para las acciones prácticas de las personas, y para su vida toda.

Constituye una defensa de la existencia de la filosofía profesional el que los hombres tienen que examinar críticamente estas teorías difundidas e influyentes.

Teorías como éstas constituyen el inseguro punto de partida de toda ciencia y de toda filosofía. Toda filosofía debe partir de las ideas dudosas y a menudo perniciosas del sentido común acrítico. Su meta es llegar hasta el sentido común esclarecido y crítico: alcanzar una concepción más cercana de la verdad; y con una influencia menos perniciosa sobre la vida humana. [...]

Todos los hombres son filósofos, porque de un modo u otro todos pueden asumir una actitud hacia la vida y la muerte. Están quienes piensan que la vida carece de valor porque tiene un fin. Estas personas no ven que también puede defenderse el argumento opuesto: que si la vida no tuviese fin, carecería de valor; que es, en parte, el omnipresente peligro de perderla el que nos ayuda a cobrar consciencia del valor de la vida.

Karl Popper, (1902- 1994) Mi concepción de la filosofía (1975).

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