Cuando alguien pregunta para qué sirve la filosofía, la respuesta debe ser agresiva, ya que la pregunta se tiene por irónica y mordaz. La filosofía no sirve ni al Estado ni a la Iglesia, que tienen otras preocupaciones. No sirve a ningún poder establecido. La filosofía sirve para entristecer. Una filosofía que no entristece o no contraría a nadie no es una filosofía. Sirve para detestar la estupidez, hace de ésta una cosa vergonzosa.

Gilles Deleuze,
Nietzsche y la filosofía

jueves, 22 de abril de 2010

Una merienda de locos ¬(P V ¬P)


Habían puesto la mesa debajo de un árbol, delante de la casa, y la Liebre de Marzo y el Sombrerero estaban tomando el té. Sentado entre ellos había un Lirón, que dormía profundamente, y los otros dos lo hacían servir de almohada, apoyando los codos sobre él, y hablando por encima de su cabeza. «Muy incómodo para el Lirón», pensó Alicia. «Pero como está dormido, supongo que ni siente ni sufre».
La mesa era muy grande, pero los tres se apretujaban muy juntos en uno de los extremos.
-¡No hay sitio! ¡No hay sitio! -se pusieron a gritar, cuando vieron que se acercaba Alicia.
-¡Hay sitio de sobra! -protestó Alicia indignada, y se sentó en un gran sillón a un extremo de la mesa.
-Toma un poco de vino -la animó la Liebre de Marzo.
Alicia miró por toda la mesa, pero allí sólo había té.
-No veo ni rastro de vino -observó.
-No lo ves porque no lo hay -dijo la Liebre de Marzo.
-En ese caso me parece de muy mala educación el habérmelo ofrecido -dijo Alicia enfadada.
-Tampoco es muy correcto por tu parte sentarte con nosotros sin haber sido invitada -dijo la Liebre de Marzo.
-¡Cualquiera diría que la mesa fuera sólo para ustedes! -exclamó Alicia-. Salta a la vista que está dispuesta para mucho más que tres personas.
A todo esto, el Sombrerero, que había estado observando el pelo de Alicia con una gran curiosidad, abrió la boca para decir:
-¡Lo que tú necesitas es un buen corte de pelo!
-Debería aprender usted a no hacer observaciones tan personales -dijo Alicia con acritud-. ¡Es de pémisa educación!.
Al oír esto, el Sombrerero abrió unos ojos como naranjas, pero lo único que se le ocurrió decir fue:
-¿En qué se parece un cuervo a una mesa de escritorio?
«¡Vaya, parece que nos vamos a divertir!», pensó Alicia. «Me encanta que hayan empezado a jugar a las adivinanzas.» Y añadió en voz alta:
-Creo que sé la solución.
-¿Quieres decir que puedes encontrar la solución al acertijo? -preguntó la Liebre de Marzo.
-Exactamente -contestó Alicia.
-Entonces debes decir lo que piensas -insistió la Liebre de Marzo.
-Ya lo hago -se apresuró a replicar Alicia-. O al menos, pienso lo que digo, lo cual viene a ser lo mismo.
-¡Cómo va a ser lo mismo! -exclamó el Sombrerero-. ¿Acaso es lo mismo decir «veo lo que como» que «como lo que veo»?
-¡Cómo va a ser lo mismo!-coreó la Liebre de Marzo- ¿Acaso es lo mismo decir «me gusta lo que tengo» que «tengo lo que me gusta»?
- ¡Cómo va a ser lo mismo!-añadió finalmente el Lirón, que parecía hablar en sueños- ¿Es lo mismo decir «respiro cuando duermo» que «duermo cuando respiro»?
-¡Pues en tu caso sí! - le dijo el Sombrerero.
Y aquí la conversación se interrumpió, y el pequeño grupo se mantuvo en silencio unos instantes, mientras Alicia intentaba recordar todo lo que sabía de cuervos y de escritorios, que no era demasiado.

7 comentarios:

Vicente dijo...

Yo pienso que "decir lo que piensas" y "pensar lo que dices" no es lo mismo. "Decir lo que piensas" es decir todo lo que se te pasa por la cabeza sin haber reflexionado, como por ejemplo cuando estás en clase y el profesor pregunta algo y contestas lo primero que se te pasa por la cabeza sin tener nada que ver con lo que ha preguntado el profesor. Por otra parte, "decir lo que piensas" también significa dar la propia opinión respecto a un tema: ¿dime lo que piensas sobre la teoría del psicoanálisis?. Sin embargo, "pensar lo que dices" sería un sinónimo de "medir las palabras", "reflexionar". Esto es, primero piensas lo que quieres decir, segundo piensas en las palabras más adecuadas para expresar lo que quieres decir y tercero lo expresas exteriormente.

David dijo...

Impresionante Vicente, por no decir excelente.

Cristina dijo...

en cuanto a la frase "decir lo que piensas" se refiere a decir todo lo que se te pasa por la cabeza, sin reflexionar sobre si es lógico sobre si es mentira o sobre si es adecuado, sin embargo "pensar lo que se dice" se puede interpretar como cuando un profesor está dando clase y está diciendo o dando una explicación, y tu a su vez estás pensando lo que está diciendo, cuando alguien hace algún comentario sobre algo y tu intentas saber lo que piensa a través de lo que ha dicho.
Las frases que dicen "me gusta lo que tengo" o "tengo lo que me gusta" o cualquiera de las que dicen posteriormente, es obvio que no significan lo mismo, ya que la primera afirma que le gusta las cosas que tiene, y la segunda da la impresión de que es una persona caprichosa o que se puede permitir comprarse o conseguir aquello que desea, por lo que no vienen a ser exactamente lo mismo.

Cristina dijo...

He escrito el comentario ya, pero no sé que ha pasado que no se ha publicado, por lo que vuelvo a escribirlo.

En cuanto a la frase "decir lo que piensas" quiere decir que dices todo lo que se te pasa por la cabeza, sin tener en cuenta si tiene sentido, si es verdadero o si es necesario en una conversación, decir lo que piensas implica también decir todo cuanto se te pasa por la cabeza sin importarte lo demás, es decir si a alguien le puede sentar mal, o sin importarte lo que ese pensamiento pueda implicar en un presente o futuro.
y en la frase "pensar lo que dices" implica por ejemplo, cuando estás en clase y un profesor está explicando algo, tu a la vez estás pensando lo que está diciendo, o cuando una persona dice algo, tu piensas en lo que ha dicho para ver si puedes averiguar lo que piensa, lo que se le pasa por la cabeza para decir ciertas cosas.
las frases siguientes como "me gusta lo que tengo" afirma que a uno mismo le gusta lo que tiene pero la frase "tengo lo que me gusta" no viene a significar exactamente lo mismo, ya que da la impresión de que es una persona que puede comprarse o permitirse todo lo que quiere, que puede que dentro de dos dias ya se haya cansado y aquello que le gustaba días antes ya no le guste y se compre o consiga lo que en cierto momento le apetece.

sandra dijo...

un amigo mio me comentó hace poco que, Camilo José Cela, en una sesión parlamentaria, comenzó a dar cabezadas del sueño que tenía y uno de los participantes de la sesión le avisó de que se estaba durmiendo, a lo que Camilo José Cela respondió "querrá usted decir dormido". Y el hombre le respondió que era lo mismo, respondiendo él que "no señor, son cosas distintas, porque no es lo mismo estar jodido que estar jodiendo".

En el fondo esto no es más que un juego semántico, la pura demostración de que se puede reflexionar hasta acerca de una piedra.

y, por supuesto, no es lo mismo. La primera afirmación (decir lo que piensas) es precipitada, sin fundamento ni reflexión por parte del sujeto; y la segunda (pensar lo que dices) es anticipada, es decir, que la persona ya tiene una predeterminación a pronunciar, a pensar, a decir algo.

P.D.:soy sandra yáñez

David dijo...

Muy bien Cristina y Sandra, bienvenidas las dos a la conversación, para Cristina, "tener lo que me gusta" también puede querer decir que no necesite comprarse nada...

Lucía Olaya, Yrene Antolinos y Elena Albert dijo...

la frase decir lo que piensas se refiere a algo que ocurre de manera espontánea, un ejemplo claro, es si una persona esta agotando el limite de tu paciencia entonces, te sale algo asi como ¡no me marees! o un simple ¡callate ya! y respecto a la frase pensar lo que dices, implica haber premeditado la respuesta a algo concreto, por ejemplo, si un profesor te pregunta cualquier cosa, entonces tu piensas la respuesta para que tenga sentido y sea justamente lo que te ha preguntado el profesor, o cuando no quieres herir a alguien entonces buscas una forma más sutil de decirlo, y todo esto implica pensar lo que dices.

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