Cuando alguien pregunta para qué sirve la filosofía, la respuesta debe ser agresiva, ya que la pregunta se tiene por irónica y mordaz. La filosofía no sirve ni al Estado ni a la Iglesia, que tienen otras preocupaciones. No sirve a ningún poder establecido. La filosofía sirve para entristecer. Una filosofía que no entristece o no contraría a nadie no es una filosofía. Sirve para detestar la estupidez, hace de ésta una cosa vergonzosa.

Gilles Deleuze,
Nietzsche y la filosofía

martes, 4 de mayo de 2010

NIETZSCHE: Conceptos fundamentales - El nihilismo

Nihilismo
 
La idea nietzscheana del nihilismo puede entenderse en distintos sentidos:
  • Nihilismo como decadencia o rechazo de la vida: para Nietzsche toda cultura que crea en la existencia de una realidad absoluta y permanente (donde estarían  situados los valores de la Verdad y el Bien) es una cultura nihilista. El cristianismo concentra esa realidad absoluta en la figura de Dios de forma que la cultura cristiana, y en definitiva toda la cultura occidental, es nihilista pues dirige toda su pasión y esperanzas a algo inexistente (el Dios cristiano, el Mundo de las Ideas etc...), despreciando la única realidad existente, la realidad del mundo que se ofrece a los sentidos, la realidad de la vida.   
    • En Así habló Zaratustra este modo de mostrarse el espíritu se representa con la figura del camello, símbolo de la aceptación resignada de las mayores cargas.
  • Nihilismo pasivo (o negativo): es una de las consecuencias de la “Muerte de Dios”, aparece por  la consciencia del carácter radicalmente infundado de la creencia en lo sobrenatural, de la creencia religiosa en el mundo del espíritu o cualquiera de los trasmundos. Durante siglos nuestra cultura ha considerado que los valores descansan en algo trascendente, que existe un ámbito hacia el que apunta la existencia y gracias al cual ésta tiene sentido. La vida tiene un sentido porque algo exterior a ella se lo da. Con la muerte de Dios sobreviene la crisis del sentido y el convencimiento de que la existencia es absolutamente insostenible, vacía, carente de sentido. El “nihista pasivo” no cree en ningún valor, puesto que considera que todo valor es posible sólo si Dios existe, y Dios no existe; termina en la desesperación, la inacción, la renuncia al deseo, el suicidio. En este momento crítico encontramos el nihilismo en la desesperación de los que consideran que nada tiene sentido ni valor por no existir aquello que debería ser el fundamento de todo sentido y valor,  Dios. Aquel que dijese que si Dios no existe todo está permitido, aquél que desesperase de la vida y se levantase en contra de ella por considerar que ésta solo puede tener su fundamento en algo ajeno de ella y que dicho fundamento no existe, ese sería también nihilista.
  • Nihilismo activo (o positivo): sin embargo es también nihilista la filosofía que intenta mostrar cómo los valores dominantes son una pura nada, una invención; la filosofía nietzscheana es nihilista en este sentido pues propone la destrucción completa de todos los valores vigentes y su sustitución por otros radicalmente nuevos (transvaloración). Este nihilismo es una fase necesaria para la aparición de un nuevo momento en la historia de la cultura, para el reencuentro con el “sentido de la tierra”, la aparición de una nueva moral y de un nuevo hombre, el superhombre
    • En Así habló Zaratustra representa esta figura del espíritu con la metáfora del león (por su agresividad, su capacidad destructiva).

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